Desde el 7 de octubre, los prejuicios y violaciones de la neutralidad de larga data por parte de ciertos organismos profesionales de la ONU han quedado expuestos de manera flagrante e innegable.
Desde las atrocidades de Hamás del 7 de octubre, los prejuicios y las violaciones de la neutralidad, por parte de ciertos organismos profesionales de las Naciones Unidas, han quedado expuestos de manera flagrante e innegable. Agencias clave de la ONU han difundido información engañosa y han aplicado doble estándares al abordar las acciones de Israel y el conflicto en general. Han estado engañando tanto al discurso político como al público y sirven como una fuente importante de desinformación en los procedimientos legales internacionales contra Israel.
Es importante señalar que Israel trabaja y coopera regularmente con muchas organizaciones de la ONU que se adhieren estrictamente a los estándares y principios profesionales que exige su estatus especial; sin embargo, las críticas se dirigen a aquellos funcionarios y agencias que se desvían de este compromiso, dañando así la credibilidad de toda la organización y, por tanto, de su capacidad para cumplir sus importantes funciones.
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